Después de lo que significó la gran obra del Camp Nou en 1957 , era evidente que si el Barça quería confirmar su apuesta como club polideportivo necesitaba construir instalaciones adecuadas y de nivel para los demás deportes . Durante unos años esto no era posible debido a las dificultades económicas derivadas de la construcción del nuevo estadio , que hipotecaba las posibilidades de realizar nuevas inversiones . Las cosas empezaron a cambiar después de la venta del viejo campo de Les Corts , en 1966 , que supuso un alivio importante para las finanzas del Club . Por otra parte , las secciones iban tomando una mayor relevancia en la vida del Club , y era imprescindible dotarlas de unas instalaciones de primer nivel en una ciudad que disponía de escasísimos equipamientos deportivos . Las nuevas perspectivas animaban a poner en marcha proyectos ambiciosos , que se concretaron al iniciar-