U na corriente de aire fresco y renovado ha entrado en el vestuario a través de la ventana de invierno . Apenas coincidiendo con los 100 primeros días de Xavi Hernández en el banquillo del primer equipo , los refuerzos han llegado para mejorar la competitividad de un Barça muy necesitado de recuperar la energía y la capacidad ofensiva necesaria para afrontar la segunda parte de la temporada con garantías de poder luchar por sus objetivos . El equipo azulgrana tiene la obligación de clasificarse como mínimo entre los cuatro primeros en la Liga , para obtener así el acceso directo a la próxima edición de la Champions , y luchar por conseguir la mejor clasificación posible , sin descartar nunca el título mientras matemáticamente siga teniendo opciones . Esto implica sumar de tres en tres y esperar a que sus rivales directos se dejen puntos por el camino . Y una vez eliminado de la carrera por la Copa del Rey , y con la Europa League en el horizonte ( al cierre de este número el Barça tenía que enfrentarse al Nápoles ), el Club tenía que hacer un esfuerzo para llevar refuerzos que ayudaran a dar un salto cualitativo .