Los recuerdos de una persona son un inmenso archivador relleno de cajones . Algunos se abren a menudo porque contienen material que reconforta , otros se mantienen cerrados gracias a lo de la memoria selectiva . Sería fácil ponerse de acuerdo en que uno de los cajones que se abren con más fruición es el que lleva la etiqueta de “ Las primeras veces ”. Nos gusta recordarlas porque suponen un episodio emblemático en nuestras vidas , sobre todo si han tenido lugar en la infancia y están vertebradas por el relato de las personas que nos acompañaron : padres , abuelos , hermanos , tíos , etc . Hacer las primeras pedaladas en equilibrio sobre una bicicleta , sentir cómo despega un avión , visitar un país extranjero , ver el mar o ..., entrar por primera vez en el Camp Nou para ver un partido . ¿ Qué barcelonista no recuerda el día que , siendo un niño , pisó la gradería del Camp Nou por primera vez ? Es un episodio grabado a fuego en la memoria de un culé que liga emociones , liturgia , seres queridos , arquitectura imponente . Un cóctel imposible de olvidar . El partido de cuartos de final de la Champions femenina entre Barça y Real Madrid fue un partido de primeras veces . El horario motivó a las familias a llevar a los más pequeños al campo . La ocasión , además , era especial y se olía en el ambiente que sería un día que quedaría para los libros de historia . Una primera vez única y que con el paso de los años será grato explicarla , principalmente porque pasaron muchas cosas . “ Mi primera vez en el Camp Nou fue el día que , después de más de cincuenta años , el equipo fe-