El caso de Artem Ponomarenko , defensa del equipo de hockey hielo , es especial . Tiene 19 años y es de Bila Tserkva , una ciudad de poco más de doscientos mil habitantes , en el centro del país , a 80 kilómetros al sur de Kyiv . Después de cursar durante dos años estudios de Gestión Deportiva en su país , el pasado verano pensó que venir a estudiar Administración de Empresas a Barcelona sería una buena idea . Y lo fue ; además de un salvavidas . “ Me gustaba la ciudad y el tiempo de aquí ”, asegura . Además tenía un amigo que le había hablado del equipo de hockey del Barça – Artem practicaba el hockey hielo en su país desde los seis años y había llegado hasta el equipo sub-20 de su selección nacional . Con una maleta más cargada de ilusiones que de objetos personales , Artem llegó solo a Barcelona a principios de año ; empezó las clases y entró en la disciplina del Club . Pocas semanas después , el 21 de febrero , recibió la visita de su pareja , Dasha , procedente de Kyiv , también de 19 años . Quería pasar unos días con él después de un tiempo separados . A los tres días de su llegada , Rusia invadió Ucrania . De repente , ambos se encontraron solos en Barcelona , ​sin billete de vuelta a la vista . “ Ahora ella ha perdido sus estudios en Ucrania y no quiere volver . En las universidades de aquí le piden hablar castellano y ella no sabe . Los centros en inglés lo aceptan pero debe pagar . Está buscando trabajo …”.

Artem vive de los pocos ahorros que reunió en Ucrania con trabajos temporales porque no puede recibir dinero de sus padres , pero ahora , con toda la documentación en regla , el Club le dará trabajo en la Tienda del Barça , situada cerca de la Pista de Hielo ,