HISTORIA
B A R Ç A N 1 2 4 amistoso contra la selección española, que se jugó en el entonces nuevo estadio de Chamartín de Madrid, en el que aquel futbolista rubio y musculado dejó claro que era único. Superdotado físicamente y, a la vez, hábil y técnicamente exquisito, Kubala encendió el interés de Santiago Bernabéu, quien enseguida le ofreció un contrato irrenunciable para jugar en el Real Madrid.
Pero el destino de Kubala era blaugrana. Y para que así fuera tuvo mucho que ver otra leyenda de la historia barcelonista, Josep Samitier, quien, en el tren que transportaba el Hungaria de Madrid a Barcelona, donde tenía que jugar un amistoso contra el Espanyol, fue capaz de convencerle para que cambiara de opinión. ¿ Cómo? Pues ofreciendo un contrato a su cuñado, y entrenador del Hungaria, Ferdinand Daučik, e igualando la mareante oferta que le había hecho el Real Madrid. Entonces secretario técnico del Barça, y con mucha influencia en la federación española, Sami fue determinante en el fichaje de Kubala por el Barça.
HASTA ABRIL DE 1951
Además de soportar el enfado del Real Madrid por su fracasado fichaje, Barça y Kubala tuvieron que superar una larga carrera de obstáculos burocráticos antes de que el futbolista pudiera jugar vestido de azulgrana en partido oficial. De hecho, no lo hizo hasta abril de 1951, casi un año más tarde que se comprometiera contractualmente con el FC Barcelona. La FIFA, finalmente, dio su visto bueno y el Barça tuvo que compensar económicamente al Vasas de Budapest, el anterior equipo de Kubala. En el camino, nueve partidos amistosos para hacer más asumible la espera y una campaña de propaganda franquista, mostrando una España abierta a los fugitivos del comunismo que querían abrazar la libertad …
Desde el debut de Kubala, en el Barça, dirigido por Daučik, nadie le paró. Durante dos temporadas, hasta 1953, arrasó en todas las competiciones que disputó: Liga, Copa, Copa Latina y Copa Eva Duarte. Todo en él era exagerado, como los siete goles que marcó en un partido contra el Sporting, en febrero de 1952, un récord que nunca ha sido igualado. De hecho, su carisma iba más allá del rectángulo de juego: se convirtió en un icono, un fenómeno de masas. Incluso fue protagonista de una película, Los ases buscan la paz, que venía a ser una biografía exagerada, al gusto del régimen, de su fuga de la Europa comunista. La de Kubala es, en cualquier caso, una historia de cine.
SAMITIER LE CONVENCIÓ OFRECIENDO UN CONTRATO A SU CUÑADO, DAUCIK, E IGUALANDO LA OFERTA DEL REAL MADRID