MANEL TOMÁS FOTOS: © ARCHIVO / FC BARCELONA
E l pasado 12 de abril se cumplió el centenario de un magno acontecimiento celebrado en Les Corts.
Ese día del año 1925, el estadio blaugrana fue el escenario de un partido que enfrentó a dos de los mejores equipos del mundo de aquella época: el FC Barcelona y el Nacional de Montevideo, club uruguayo fundado también en 1899.
El cartel del partido no podía ser más atractivo a ojos de la afición, dado que el conjunto uruguayo era la base de la selección charrúa que había conquistado brillantemente la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de París 1924. Los jugadores del Nacional Andrés Mazali, Pedro Arispe, José Leandro Andrade, Santos Urdinarán, Héctor Scarone, Pedro Petrone y Ángel Romano habían formado parte del once de la selección que en la final del campeonato derrotó a Italia por un contundente 3-0. Destacaba especialmente el delantero Héctor Scarone, conocido como el Gardel del fútbol, y por aquellas fechas considerado el mejor futbolista del mundo. Entonces el fútbol uruguayo era el mejor del planeta, afirmación ratificada posteriormente por las conquistas de los Juegos Olímpicos de Ámsterdam 1928 y la primera Copa del Mundo, disputada en 1930 en Uruguay.
AQUEL BARÇA DE LA EDAD DE ORO
Frente a aquella pléyade de figuras rutilantes que formaban el Nacional de Montevideo, el FC Barcelona estaba en plena forma para mostrar una digna resistencia. Dirigido por el técnico inglés Ralph Kirby, el equipo barcelonista estaba felizmente inmerso en su edad de oro iniciada a principios de los años veinte y contaba con figuras del calibre del portero húngaro Férenc Plattkó, los defensas Josep Planas y Emil Walter( alemán), los centrocampistas Andreu Bosch, Agustí Sancho y Domènec Carulla, y los delanteros Vicenç Piera, Emili Sagi y Pep Samitier. Este último, el carismático e inolvidable Sami, era el verdadero ídolo de la afición culé, que lo conocía popularmente como el hombre langosta por sus inverosímiles saltos. Aquel mítico Barça había ganado el Campeonato de Catalunya tras un emocionante mano a mano con el Espanyol y estaba entonces clasificado para las semifinales del campeonato estatal frente al Atlético de Madrid, eliminatoria que acabaría superando antes de proclamarse campeón de España al derrotar en la final al Arenas de Getxo.
Así las cosas, el enfrentamiento en la cumbre entre catalanes y uruguayos en la imponente catedral del fútbol del estadio de Les Corts era
El Barça devolvió la visita al Nacional el 1 de septiembre de 1928. Entre el público, el mítico Carlos Gardel, como recoge la imagen que hay sobre estas líneas. A su lado, los azulgranas Piera y Plattko. Debajo, intercambio de obsequios entre los capitanes, Josep Samitier y Alfredo Zibecchi, antes del partido del 12 de abril de 1925.